Historia del Feminismo en 1000 palabras
Primera ola del feminismo. #intelectual
Esta es una fase intelectual en la que resaltan las ideas y obras de dos escritoras y filósofas que plantearon abiertamente la igualdad de la mujer y el hombre. Por una parte, Olympe de Gouges (1748-1793) reescribió la Declaración de los Derechos de los Ciudadanos, haciéndolo también inclusivo para mujeres y ciudadanas (1791). Simultáneamente, en Gran Bretaña surgió en 1792 el primer texto fundacional del feminismo, Vindicación de los derechos de la mujer de Mery Wollstonecraft (1759-1797). En este texto la autora expone que la diferencia entre hombre y mujer no es algo natural, es cultural debido a que definimos uno u otro sexo a partir de comportamientos adquiridos que hemos atribuido socialmente a cada uno. La educación es la responsable y a la vez la solución para acabar con esta desigualdad. Esto impulsó a que algunas mujeres empezaran a movilizarse y a salir a la calle a reclamar un sitio en la sociedad, no solo dentro de la casa. Con ello se iniciaron altercados y en Francia De Gouges fue guillotinada y sus textos requisados. Así, la Declaración de Napoleón en el 1800 decía que las mujeres no tenían derechos, debían hacer caso al marido y quedarse en casa. Dimos un paso atrás.
Segunda ola del feminismo. #social
En esta fase pasamos de un movimiento intelectual a un movimiento social en el que aparece el sufragismo. Surgió paralelamente en EE.UU. y en Gran Bretaña. Un desencadenante fue el primer congreso antiesclavista, en el que se vetó la participación a muchos asistentes por ser mujeres. Una de ellas fue la activista Elizabeth Cady Staton (1815-1902), quien al volver a EE.UU. empezó la lucha a favor de los derechos de las mujeres y organizó en Seneca Falls (Nueva York) la Primera Convención de Derechos de la Mujer l (1848), en la que se presentó la Declaración de Sentimientos, un primer texto revolucionario. En él pide igualdad política, de derechos, de educación y sobre todo de voto. Así dio comienzo el sufragismo norteamericano con manifestaciones, reivindicaciones, huelgas de hambre y sabotajes. Con el final de la Primera Guerra Mundial, el Reino Unido fue el primer país que consiguió el derecho al voto en 1918 ,solo para mujeres mayores de 30 años; en EE.UU. esto tendrá lugar en 1920 y quedará restringido a las mujeres blancas. Hecho que destapa otro tipo de feminismo, el feminismo de otras mujeres, las de color. El blackfeminism empezó con Sojourner Truth (h. 1797-1893), una esclava en el Nueva York en el siglo XIX, que fue la pionera del este movimiento. También hay que destacar el feminismo socialista de la francesa Flora Tristán (1803-1844), que representa a las obreras y al proletariado, separando así el feminismo burgués del resto. Nacen de esta manera dos ramas del feminismo: una que busca la igualdad y otra que pretende cambiar lo establecido, rehacer el sistema, desmontarlo.
En el siglo XX, las mujeres empezaron a votar, iban a la universidad y fueron entrando en terrenos hasta el momento cerrados a ellas. En 1949 fue publicado un libro revelador que cambió por completo la evolución del movimiento: El segundo sexo de Simone de Beauvoir (1908-1986). Se trata del estudio más completo sobre la condición de la mujer. En él la filósofa francesa revela que las mujeres son consideradas como tal no por el sexo que tienen al nacer, sino por el rol asociado al mismo, el cual deben cumplir para ser mujeres. Por tanto, es una convención social, no biológica. También explica qué es el «androcentrismo»: el hombre es la norma, la mujer como «lo otro». El papel de ella solo se define y se explica a partir de lo que él espera que ella haga.
Tercera ola del feminismo. #liberal y #radical
Esta es la etapa liberal y radical. Con la llegada del final de la Segunda Guerra Mundial las mujeres regresaron a sus casas para cuidar de la familia. Se volvió a perder el terreno ganado y la publicidad reforzaba los estereotipos de esa mujer sumisa. Las mujeres padecieron enfermedades consideradas nuevas, como la depresión, la tristeza, la ansiedad, el alcoholismo. Surgió el problema que no tiene nombre y que se explica en otro libro revelador publicado en 1963: La mística de la feminidad de Betty Friedan (1921-2006). Esta obra se considera uno de los libros de no ficción más influyentes del siglo XX. Esta psicóloga social estadounidense organizó en 1968 el movimiento NOW (National Organization for Women) y se centró en ayudar a las mujeres a formarse y crecer en temas de ámbito personal. A Friedan le ocupaba y preocupaba la insatisfacción de la mujer como problema social. Las mujeres eran conscientes de que priorizaban el cuidado de los otros antes de cuidarse y priorizarse a ellas mismas, y eso lo quisieron cambiar. Así dio comienzo el Feminismo Liberal. Este movimiento aboga por que las mujeres estén en puestos de liderazgo en el ámbito público y social.
Sin embargo, dentro de los hogares seguían las represiones, desigualdades y los malos tratos, por lo que en respuesta nació el Feminismo Radical, que partía de la idea de que solo se puede solucionar el problema si se corta desde la raíz, desde los fundamentos, es decir, enfocándose en la educación para combatir el machismo y desterrar al patriarcado. La supremacía del hombre sobre la mujer tiene lugar en todos los ámbitos y es allí donde hay que ser más firmes a la hora de no aceptarlo y transgredir. Debe haber tolerancia cero con la opresión. En esta época nace el Movimiento de Liberación de la Mujer con centros específicos de ayuda, consejo y asesoramiento. Este movimiento cuestiona la cosificación de la mujer y eventos como los concursos de belleza. Son estos dos grandes feminismos los vigentes en la actualidad: el Liberal, que busca la igualdad, y el Radical, que quiere acabar con el patriarcado y romper el sistema establecido.
Cuarta ola del feminismo. #transversal
Esta es la fase transversal del movimiento. Así es como la he bautizado yo por su efecto contagio, amplio y diverso, y porque relaciona contenidos de distintos ámbitos además de incluir el feminismo en todos los aspectos de la vida: en lo social y en lo personal. Va de lo público a lo privado, un mensaje que empapa nuestro momento histórico.
Es a partir de 1990 cuando surgieron múltiples feminismos: el transfeminismo, el queer, el negro y el ecofeminismo, entre otros. En 2014, nació la campaña #He4She desde la ONU, concebida para animar a los hombres a ponerse al frente del feminismo también, dando la cara y sumándose al movimiento. A este se añadió en 2017 el movimiento #MeToo de denuncia de abusos sexuales, que nació en respuesta a múltiples escándalos y con la finalidad de que se visibilice este acoso. Tampoco hay que olvidar la manifestación mundial del 8 de marzo en 2018 para reivindicar la igualdad, la libertad y poner freno a la influencia del patriarcado. Todo lo cual hace evidente que este movimiento ha venido para quedarse.
Gemma Cernuda-Canelles. @RethinkFeminism
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