Marca m-commerce
Cuando desde el móvil saciamos nuestros deseos
Cada día es más habitual encontrarnos con sms (short message system, o sea mensajes de texto) que entran en nuestros celulares sin avisar. Mensajes que justamente traen información que nos puede interesar. Mensajes cortos, de pocas palabras, que comunican efectiva y eficazmente datos útiles para cada “receptor/a”. Así en un momento y en cualquier situación podemos leer el mensaje que nos sirve de recordatorio, agenda, memoria y también algunos de publicidad pura y dura. Entendamos por pura y dura aquella publicidad que es y se percibe un poco más masiva pero que aún y así, es de un producto, servicio o evento que podría ser susceptible de nuestro uso, habito, interés y costumbre. Vamos que no nos molesta del todo. Que no son impactos desperdiciados al azar o a una lista de teléfonos móviles de los amigos del Dr. de Marketing de la marca emisora, sino todo lo contrario.
Pero no solo es nuestro móvil el canal receptor y transmisor de esta publicidad, de mensajes que nos llevan a una acción y eventualmente a un consumo de producto o servicio. Estos nueve números son los que comunican una marca con su posible consumidor y comprador. Este detalle que parece insignificante por lo simple y tal vez banal, es una mina para descubrir los nuevos caminos al consumidor. Es una mina que tenemos que observar, respetar y dejar que se manifieste y madure libremente para saber como atajarla, seducirla, hacerla nuestra y que cuando la utilicemos sea bien utilizada.
Estamos ante una nueva etapa dentro de la comunicación y del marketing. Una nueva etapa que nos invita a ser originales desde el significado literal de la palabra, ir al origen. Ya lo decía McLuhan; “…El medio es el mensaje…” y esta vez más que nunca. Ya que a través del teléfono móvil, y marcando los nueve dígitos que nos hacen ser “únicos y únicas” accedemos a nuestro target, a la persona que “ya” nos ha autorizado, nos ha dicho que quiere recibir información sobre nuestra marca, servicios o productos. Este medio que se multiplica en la mayoría de familias de nuestro país, es a su vez el mensaje. Y es obvio. Tan obvio como su propia limitación. El hacer los contactos con nuestros clientes a través del móvil nos limita la comunicación. Esto nos hace ser en términos empresariales y citando al estadounidense gurú del management Jack Welch”Lean and mean”, o sea, sacar lo superfluo, lo que no aporta nada. Aunque cada vez hay mas teléfonos móviles que reciben también fotos, imágenes y añadidos, se trata de hacerlo fácil, breve y rápido.
Como en casi todo, quien pica primero pica dos veces, pero en este caso debemos ser pacientes y observar como “crece la criatura”. Como se va situando y posicionando dentro del mercado comunicativo y como podemos nosotros usarla correctamente. No todas las marcas ni todos los productos ni todos los clientes percibirán este medio, con sus mensajes, con la misma receptividad. De entrada podemos suponer que porqué tengamos una gran lista de tf. Celulares de nuestras clientas sea evidente que les va a apetecer un sms nuestro. Pero puede ser que no. Que prefieran una llamada, una acción de e-commerce o de marketing directo. Para saber la dosis correcta, los responsables de seleccionar “esas pocas palabras “debemos ser pacientes y creativos a la hora de saciar estos deseos de comunicación. Porque tal y como dijo Mary Shane Sherley, la psiquiatra estadounidense “no es lo m mismo estar satisfecho que estar saciado”.
Gemma Cernuda-Canelles – BRANDING – Ellas deciden
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