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Cuando el olor transmite tus valores de marca
¿Sabías que un 35% de lo que olemos, lo recordamos? Es decir, más una tercera parte de los olores que nos rodean en un día, los recordamos. El olfato, es uno de los 5 sentidos menos explotado por las técnicas de comunicación y branding y, por tanto, uno de los mejores para acercarnos a nuestro target; todavía virgen de olores.
Esta técnica ya hace muchos años que se desarrolló por los detallistas. Es un recurso muy bueno para atraer a posibles compradores de nuestro producto, sobretodo de alimentación. Todos hemos pasado por delante de panaderías y de golpe nos han entrado unas ganas tremendas de comprar un trozo de pan o un croissant. Cuantas veces al entrar en una de estas cadenas de fast-food nos ha invadido el olor a patatas fritas o a bagel caliente y tostado y nos hemos avalanchado a pedir uno. Y las cafeterías con aroma de café, el otro gran rey en el reino del olfato. ¿Cuantas veces nos ha seducido el aroma del torrefacto? Entrando en los alimentos elaborados y los platos precocinados, esta técnica también se aplica y sobretodo en el sistema de envasado para que la primera sensación, impresión, IMPACTO que tengamos sea ESE OLOR.
Desde hace unos años la empresa Aromárketing;
www.aromarketing.es , entre otras, ya lo están haciendo. Están aplicando la técnica de crear olores para seducir. Para seducir al cliente y a la clienta, para seducir al mismo target de siempre, nosotros, pero con estrategias, caminos y formulas distintas. Queremos llegar al consumidor y que se acuerde de nosotros para que a la hora de decidir, escoja nuestro producto, nos escoja a nosotros.Según estos expertos en crear olores a medida, como el Sr. Maxi Lanini, “crear un aroma desde el principio puede costar hasta 20.000€ y lo que conseguimos con este resultado es unir; la memoria, la emoción, el producto y la marca”. Esto sí que es vivir la marca desde su experiencia y desde lo que nos evoca y proyecta. Que un aroma, un olfato, nos enganche, nos “enamore” nos haga “desear” un producto, es lo mejor que nos puede pasar. Así podemos crear aromas de todo, de una marca informática, de una agencia de publicidad, de un medio de comunicación, de una marca de ropa y de un parque temático. Un olor que si transformamos en “colonia” en perfume embotellado y lo dotamos de etiqueta, envase y marca… dramatiza su fuerza y su uso.
Esta técnica también ha sido aplicada por partidos políticos. En la reciente presentación de campaña del PSC, nos han presentado su propio aroma. Los valores que nos debería transmitir este aroma son; confianza, igualdad, progreso y eficacia. En este caso en bolsitas de hierbas aromáticas, como podría haber sido una colonia o un ambientador.
Daniela Andrier, perfumista Suiza manifestaba hace unas semanas en The New York Times que “…la oferta es tan grande que te pierdes cuando entras en una perfumería…”. Si el negocio de la perfumería esta simplificando la oferta y se están cargando las marcas, de toda la vida, para ser más rentables y no marear tanto al consumidor/a… no se hasta que punto una colonia de un partido político o de una ciudad desbancaría una colonia “de siempre”.
Los que seducimos desde el branding, tenemos la tarea de buscar formatos nuevos que transmitan los valores de marca, y si además desprenden un olor seductor y que solo al olerlo nos invitan a comprar… Touché!
>Olor a gas, en Alemania están cambiando el olor a gas, en origen el gas es neutro, no huele, pero hace años se utilizaba un mineral en su proceso industrial que le daba este característico olor y que ahora se imita por razones de seguridad, bien pues en Alemania ya lo están realizando con esencia de rosas, ¿blancas?, o quizás en un futuro con esencia ¿de canela y naranja?. Lo mismo que se crean olores de pollo para las pollerías, o de coche nuevo parlos concesionarios. Pronto harán esencia de sirena en las pescaderías, alguien las conoce?