La Fundació Ared cumple 30 años empoderando a mujeres con más de 6.500 oportunidades laborales
La Torre Bellesguard será la sede de un evento solidario que pretende recaudar 75.000 euros para ayudar a 30 mujeres en riesgo de exclusión social
Artículo de Alba Gibert publicado en Metropoli
La Fundació Ared celebra tres décadas de labor ininterrumpida dedicada a mejorar la vida de personas en riesgo de exclusión social, especialmente mujeres en situaciones de vulnerabilidad. A lo largo de estos 30 años, la entidad ha acompañado a más de 17.000 personas y ha logrado más de 6.500 inserciones laborales, consolidándose como una de las entidades de referencia en España en la promoción de la inclusión social y laboral.
Los orígenes de la Fundació Ared
Los orígenes de la Fundació Ared están profundamente ligados al taller de confección del Centro Penitenciario de Mujeres de Wad-Ras, en Barcelona. En 1994, Teresa Rodríguez, con una gran vocación social, inició un proyecto pionero en ese centro penitenciario con el objetivo de ofrecer una oportunidad de vida a mujeres privadas de libertad. Con solo cinco mujeres que participaban en un curso de confección, Rodríguez sembró las primeras semillas de lo que se convertiría en una fundación dedicada a la reinserción social y laboral de personas en situaciones de vulnerabilidad.
El objetivo inicial era claro: a través de la formación en costura, ofrecer a estas mujeres herramientas para que, al recuperar su libertad, tuvieran una oportunidad real de reintegrarse en la sociedad. El taller no solo les daba conocimientos técnicos en confección, sino también la posibilidad de desarrollar habilidades personales y laborales que aumentarían sus posibilidades de obtener un empleo digno.
A medida que el taller crecía, también lo hacía la visión de Rodríguez. Lo que comenzó como una iniciativa para cinco mujeres en Wad-Ras pronto se transformó en un proyecto más amplio que buscaba acompañar a un mayor número de personas en riesgo de exclusión social. Así, nació la Fundació Ared, cuyo propósito central sigue siendo, tres décadas después, ofrecer segundas oportunidades a quienes más lo necesitan.
«Un vínculo auténtico y bonito»
Judit Mascó, presidenta de la Fundació Ared, ha expresado a Metrópoli su profundo vínculo con el proyecto y su admiración por su impacto social. «Es un vínculo auténtico y bonito», comenta sobre su relación con la fundación. Además, destaca la figura de Ignasi Ribes, quien fue la mano derecha de la fundadora, Teresa Rodríguez. «La persona que más ayudó a Teresa en aquellos primeros años fue Ignasi Ribes», señala Mascó, reconociendo su contribución clave.
La presidenta recuerda cómo descubrió la fundación y se sintió cautivada por su misión: «Me enamoré del proyecto. ¡Qué iniciativa tan necesaria y tan práctica!». Para ella, el trabajo que realiza la fundación no solo es inspirador, sino que genera un impacto real en la vida de las personas. «Los resultados son espectaculares», dice, destacando cómo las personas que podrían haber estado delinquiendo, a través de la formación y el acompañamiento de Ared, «acaban trabajando, integradas en la sociedad». «Acepté la propuesta de presidenta con la condición de que Manuel Lecha fuera el vicepresidente», comenta. Lecha, con una vasta experiencia en el ámbito social como director general de Servicios Sociales en la organización Sant Joan de Déu.
«Trabajamos con mujeres con una voluntad real de cambio»
Ana Ruiz, directora de la Fundación Ared, destaca el papel crucial de las mujeres que participan en los programas de la entidad: «Trabajamos con mujeres con una voluntad real de cambio«, afirma, subrayando que el proceso de transformación depende de cada persona, mientras que la fundación ofrece el acompañamiento necesario. «El proceso lo hace la persona, nosotros solo acompañamos», explica, refiriéndose a la importancia de que las participantes tomen el control de su propio camino hacia la reinserción.
Ruiz también señala que no todas las personas están listas para integrarse de inmediato en los programas de formación y empleo, y aquellas que no están preparadas son derivadas a los servicios sociales para recibir la asistencia necesaria antes de que puedan empezar su proceso de formación.
Uno de los pilares de Ared es la formación certificada, que tiene una duración de vigencia de hasta 10 años, lo que garantiza que las personas capacitadas puedan aprovechar las oportunidades laborales durante un largo período. Además, la fundación asegura un acompañamiento en la inserción laboral, facilitando el acceso a empresas convencionales o a las empresas de inserción creadas por la propia fundación.
Un proyecto transversal
Uno de los aspectos más destacados de la Fundación Ared es la transversalidad en los perfiles que atiende. La fundación trabaja con personas que provienen de situaciones muy variadas, abarcando un amplio espectro de vulnerabilidades. También trabajan con mujeres que sufren fibromialgia, una enfermedad femenina, «silenciada y silenciosa», que a menudo conduce a la exclusión social. Estas condiciones, frecuentemente invisibilizadas, afectan a muchas de las mujeres que buscan ayuda en la fundación.
La violencia de género también emerge como un concepto transversal en los programas de Ared. Muchas mujeres que acudían inicialmente para formación, sin ser plenamente conscientes, necesitaban también acompañamiento en violencia machista. La fundación ha desarrollado un enfoque integral para atender esta realidad, ofreciendo apoyo a las víctimas durante su proceso de formación y reintegración.
Mariela Martínez, quien sufre de fibromialgia y sobreviviente de violencia de género, llegó a la Fundación Ared tras pasar por varias fundaciones sin expectativas. «Llegas con poca fuerza y una sociedad que te dice que no sirves… El cuerpo no te responde, y mentalmente te pierdes», relata. La fibromialgia afectó profundamente su vida, tanto física como emocionalmente, especialmente en su relación de pareja. «Es un gran esfuerzo tener vida íntima; duele que te toquen, que te miren… sientes que no vales».»
«Me enseñaron que perder es ganar y que valgo»
Además, Mariela enfrentó la incomprensión que muchas mujeres con esta condición sufren. Sin embargo, al llegar a Ared, su vida cambió. «No son solo cuatro paredes, es gente maravillosa que quiere ayudarte«. En la fundación, encontró el apoyo que necesitaba para recuperar su autoestima y dignidad: «Me enseñaron que perder es ganar y que valgo».
La Nit d’Ared
El próximo 3 de octubre, Ared celebrará un evento solidario, La Nit d’Ared, en la Torre Bellesguard, con el objetivo de recaudar 75.000 euros para financiar 30 becas en atención sociosanitaria. El evento incluirá un tast gastronómico, una rifa solidaria y una visita exclusiva a la Torre, con aforo limitado a 300 personas. Puedes conseguir tus entradas haciendo clic en este enlace.
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